HISTORIA

Por Marlenis Rodríguez , tomado de la Revista RADIOLOGIA, Vol. V, Número 2, Marzo, 1955.

El primer aparato de Rayos X que funcionó en Panamá fue traído por el Dr. Pedro de Obarrio y fue instalado en el antiguo Hospital Santo Tomás, situado en la Calle E. y Calle 16 Oeste. El Dr. Obarrio era el Superintendente del Hospital, esto fue en el año 1912.
El aparato consistía en un generador de electricidad con un disco de mica o caucho duro para rectificar la corriente, fabricado por la casa Waite y Eartlett podían obtener de 60 a 80 kilovoltios y 10 a 20 miliamperios, necesitándose varios segundos de exposición para tomar una radiografía corriente, por ejemplo, una extremidad.
Un tubo o bombillo del tipo Crookes era usado para la emisión de los rayos al cual había que calentar primero haciendo pasar pequeñas cantidades de corriente con el fin de eliminar los gases que solían formarse dentro del tubo, antes de proceder a tomar la radiografía.


El Departamento de Rayos X se encontraba en la planta baja del Hospital en un cuarto oscuro y húmedo, lo que hacía más difícil el funcionamiento del aparato. En la parte delantera había un pequeño escritorio que hacía las veces de oficina, separado por una cortina del cuarto en donde se hacían las radiografías.
El desarrollo de las placas, las que entonces eran de vidrio recubiertas por un solo lado con una capa de emulsión, se efectuaba en la parte trasera en donde se habían instalado los tanques con las soluciones para el desarrollo, fijación y lavado de las placas.
Por aquella época hacía de Radiólogo el asistente del Cirujano Jefe, puesto que me tocó ocupar en el año de 1917.
El trabajo de radiología consistía, principalmente, en tomar una que otra placa de las extremidades, cuerpos extraños y rara vez vesícula biliar, sin tinte, porque no se usaba ningún medio opaco todavía, como tampoco de las vías urinarias. También efectuábamos exámenes gastrointestinales, usando sulfato de bario como medio opaco, con el inconveniente de que tuvimos envenenamientos en algunas ocasiones.


Con el objeto de tener mejores conocimientos en el campo de la radiología, que ya estaba adquiriendo un lugar importante como especialidad en la medicina, fue a Filadelfia en el año de 1917, a tomar un curso con el eminente Profesor George Pfahler, en el Post-Graduate School of Medicine de la Universidad de Pensilvania, habiendo sido el primer médico panameño que se dedicara a esta especialidad.


En el año de 1920 fui llamado por el Dr. A. E. Herrick para que formará parte de la Clínica que todavía lleva su nombre y regresó a Filadelfia con el objeto de perfeccionarme aún más en la especialidad.
De regreso a Panamá instalamos en el Hospital Panamá el Departamento de Rayos X con un aparato Snook, fabricado por Víctor X- Ray Corporation, que más tarde se convirtió en la famosa General Electric X-Ray Corporation, que fabrica actualmente una gran variedad de equipos de Rayos X.


Con una instalación moderna como ésta pudimos obtener mejores resultados y se ampliaba la esfera de esta especialidad; aunque la instalación era moderna para ese tiempo, por motivos del clima y sobre todo por la humedad no dejábamos de tener constantes problemas con los conductores de la corriente de alta tensión. La corriente se colaba por las superficies de la armazón de madera que sostenía el aparato. Era necesario recurrir a todos los medios posibles de ingenios, efectuando variaciones en la consistencia y forma de las diferentes partes del armazón y de los polos de rectificación.


En 1923, cuando recibí el título de Fellow of the American College of Surgeons, en la Convención que se llevó a efecto en Chicago, aproveché la ocasión para hacer una visita a la fábrica Víctor X- Ray Corporation y tuve la oportunidad de hacer que los ingenieros escucharan algunas de mis observaciones acerca de los problemas que se me presentaban en Panamá, debido a la excesiva humedad atmosférica. El aparato que teníamos en ese tiempo era tipo Snook de rectificación rotativa "cross arms". Pero debido a la intensa humedad que impregnaba la armazón de madera que sostenía la cruz de brazos rotativos, la corriente de alta tensión se extendía por toda la armazón de uno a otro polo. Ideamos entonces construir el armazón con postes de caucho o baquelita, los que se limpiaban diariamente con éter y se secaban, pero con el tiempo, la corriente eléctrica hacía caminos estilo de arrieras en la superficie de los postes. Recurrí entonces a aumentar la distancia entre los polos por medio de cortes en los postes de baquelita en la forma del diagrama adjunto; en esta forma se lograba mayor aislamiento, pero entonces la corriente se pasaba al techo de la caja del aparato, de uno de los tubos de alta tensión al otro.
Al explicarles todos problemas a los Doctores Darnell y Trout, se quedaron maravillados y pienso yo, que indujo grandemente en la mente de ellos para perfeccionar el aparato "shock- proof" de inmersión en aceite, que fue puesto a disposición de la profesión médica en 1929.


En 1921, en el curso de los exámenes gastrointestinales rutinarios en asocio con el eminente internista Dr. William M. James, principiamos los descubrimientos originales de las lesiones en el intestino grueso, en los casos de colitis amebiana, trabajo que presenté, como estudio preliminar, ante la Isthmian Canal Zone Medical Society en 1922 y en la International Conference in Health Problems in Tropical America, en Jamaica en 1924.
Este informe presentado por mí produjo tal interés que fue reproducido en parte en varios textos de Medicina Tropical.
Este trabajo mereció más tarde una invitación especial del American College of Physicians para que lo presentara en la convención que se llevó a efecto en Nueva Orleans en 1928. A esta convención asistieron los médicos más eminentes en Medicina Tropical, como Agromonte, Castellani, Manson Barr y otros.


En muchos de ellos el tema produjo gran interés y se me invitó a presentarlo en la Convención de la American Society of Gastroenterology, en Atlanta City. Como en estas convenciones estuviera presente Manson-Barr y otros eminentes médicos ingleses, fui invitado por la Royal Society of Tropical Medicine and Hygiene para que lo presentara en Londres en 1929, adonde fui para corresponder a tan alta distinción. De Londres pasé a Berlín, aquí me ocurrió un incidente interesante. Berlín por ese tiempo contaba con más de cuatro millones de habitantes y era muy visitada por su belleza y múltiples lugares de interés. Viajaba con mi familia y se nos hacía difícil conseguir alojamiento en los hoteles.


Por fin, conseguimos acomodo en el Hotel Keiserhof, pero dejé olvidada en el automóvil la caja que contenía más de 50 placas para proyecciones en linterna. Mi decepción fue muy grande; se me perdía el trabajo de varios años. No creía posible encontrar una pequeña caja dejada en un automóvil en una ciudad de más de cuatro millones de habitantes. Dí parte al hotel, éste informó a la policía y antes de una hora tenía en mi poder la caja con las placas sin faltar una.
A mi regreso a Panamá me dediqué con más interés a la especialidad, ensanchamos el departamento de Rayos X en un local más adecuado del Hospital Panamá y que me facilitaba hacer mejor trabajo; instalamos aparatos más modernos con transformador y tubos completamente sumergidos en aceite y a prueba de choque.


En el nuevo edificio del Hospital Santo Tomás, que había sido recientemente inaugurado, también hicimos progresos en la instalación y equipos. El primer aparato era de los construidos por la Víctor X- Ray Corporation, al que se llamaba de doble servicio, es decir, se podía usar para diagnóstico y terapia. Este aparato era de rectificación por medio de brazos en cruz, dotado de esferas de aluminio como de 20 cm de diámetro, para que sirvieran como de aisladores, pero debido a la gran humedad de la que ya he hecho mención antes, al aplicar un alto voltaje, la corriente eléctrica formaba un arco entre una esfera y la otra, razón por la cual el aparato resultó poco práctico y fue reemplazado por un aparato sólo para diagnóstico, del tipo sumergido en aceite y a prueba de choque.
Más tarde se instaló en el Hospital Panamá un nuevo aparato para terapia con capacidad de 400,000 voltios, el cual ha estado en uso desde entonces, es decir hace 20 años, con resultados satisfactorios.


En 1945 fue creado el Instituto Radiológico y se instaló un aparato para terapia, de un tipo igual. El Doctor Ernesto Zubieta ha estado al frente de ese instituto desde su fundación, en el cual además de la roengenoterapia, está bien equipado para hacer radiumterapia, y el Doctor Zubieta ha logrado hacer una labor científica, eficiente y meritoria.
Al frente del Departamento de Rayos X del Hospital Santo Tomás se encuentra desde hace años el distinguido radiólogo, Doctor Luis Arrieta Sánchez, especialista de vastos conocimientos en la materia, a cuya labor tesonera se debe la organización de la Sociedad Radiológica Panameña y la Revista Radiología, órgano de la Sociedad que desde hace años viene publicándose con toda regularidad y en una forma que puede hacer mérito a cualquiera organización semejante.


De aquí en adelante, la historia de la Radiología panameña corresponde a estos dos distinguidos colegas, a quienes les auguro éxitos, dadas sus capacidades. Yo, después de más de treinta y ocho años de trabajar en la especialidad, me siento contento y veré con regocijo que lleven a la radiología panameña al lugar más elevado, lo que será para mí la mayor de las satisfacciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario